Ahora que estamos en verano y a veces hace demasiado calor como para practicar deporte, según que horas del día, una buena estrategia es poder practicarlo en el agua y de esta manera no notaremos tanto la sensación de calor. Tanto si es en la playa como en la piscina, los beneficios de entrenar en el agua son ilimitados y nos ayudarán en muchas partes de nuestro organismo.

¿Cuáles son los beneficios principales?

El entrenamiento debajo del agua puede proporcionarnos multitud de beneficios como por ejemplo:

Reduce el estrés en articulaciones, huesos y músculos.

Nuestro peso corporal debajo del agua se reduce hasta en un 90%. Esto hace que el impacto de tener que soportar nuestro cuerpo en el agua sea mínimo comparado con el impacto que soportamos en la tierra. Al no haber impacto, nuestros músculos y huesos sufren mucho menos y por tanto la posibilidad de que se genere una lesión es mucho menor. Gracias a la flotabilidad se elimina la presión en las cápsulas articulares y esto hace que tengamos una mayor agilidad y menos dolor en nuestras articulaciones. Dentro del agua siempre existe una mayor libertad de movimiento y es que podemos realizar posturas que en el exterior nos resultarían muy difíciles.

Se produce un incremento de las calorías consumidas.

Se incrementa el gasto calórico principalmente porque para desplazarnos en el agua se necesita mucha más energía que para desplazarnos en el aire, pues la oposición del agua es casi 800 veces más densa que la del aire, es decir, la fuerza de fricción en el agua es mayor que la de caminar en al superficie. Dado que la natación involucra a la mayoría de los grupos musculares está considerada como una de las actividades que más nos pueden ayudar a bajar de peso.

Ayuda a eliminar el dolor de espalda.

Seguro que has escuchado en alguna ocasión, o incluso has tenido la suerte de comprobar, que al nadar se eliminan las tensiones musculares, principalmente de la espalda, y todo ello se debe a la falta de gravedad debajo del agua, la posición horizontal, la presión hidrostática y por supuesto la resistencia que realizamos contra el agua cuando nadamos.

Potencia la tonificación muscular.

Como hemos mencionado anteriormente, el agua es mucho más densa que el aire y esto hace que cuando nos desplazamos dentro de ella, nuestras extremidades realizan movimientos parecidos al uso de activación muscular que necesitaríamos a la hora de entrenar con pesos.

Combate el estrés y nos ayuda a relajarnos.

La natación reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés y esto hace que se reduzca la tensión emocional. Además, también aumenta la producción de serotonina, una hormona que está relacionada directamente con la felicidad y que nos ayuda con problemas de ansiedad, de depresión y de estrés.

Dado que se trata de un ejercicio aeróbico, que pone a trabajar tanto al corazón como a los pulmones para así proporcionar oxígeno a los músculos, se produce una liberación de endorfinas y estas nos van a proporcionar sensación de bienestar y felicidad.

Mejora el sistema cardiovascular y el sistema respiratorio.

La presión hidrostática juega un papel fundamental en este caso y es que respirar bajo la presión hidrostática que ejerce el agua, ayuda a fortalecer la musculatura respiratoria y esto hace que aumente la capacidad pulmonar. Como mencionábamos antes, un ejercicio aeróbico, fortalece el corazón y establece un mejor flujo sanguíneo.

¿Qué ejercicios puedes practicar debajo del agua?

Camina o corre en el agua

Esta actividad la realizan deportistas cuando han tenido una lesión y es que correr debajo del agua te costará mucho más que si lo haces en la tierra y eso hará que ganes fuerza y resistencia. Conseguirás ejercitar los músculos de las piernas y además mejorar la circulación. Un ejercicio sencillo de hacer, pues solo tendrás que caminar de un lado a otro de la piscina de una manera constante a la velocidad quieras.

Saltar debajo del agua

Una manera muy divertida de poner a funcionar todo tu cuerpo, puedes saltar de diferentes maneras (saltos laterales, salto con rodillas al pecho, salto con los pies separados, etc). Una actividad que proporcionará multitud de beneficios a nuestro sistema cardiovascular y además es de bajo impacto, por lo que nuestras articulaciones no se verán afectadas.

Saltar a “la comba” es un ejercicio que puede activar tu core para ponerte realmente en forma. Con un rulo de natación, lo pasas por debajo de tu pies mientras saltas y llevas las rodillas al pecho.

Aqua Zumba

Si eres amante de quemar calorías mientras bailas, este ejercicio te va a encantar y es que el Aqua Zumba es una manera muy divertida de quemar calorías debajo del agua. Ayuda con la tonificación de los músculos de todo el cuerpo y además se reduce la presión en las articulaciones, por lo que, para aquellas personas que sufran dolores o lesiones en extremidades, será un buen ejercicio.

Sentadillas

Un ejercicio fantástico con el que podrás tonificar piernas, abdomen y glúteos. Para realizarlo correctamente dentro del agua, tienes que ponerte en una zona en la que el agua te cubra hasta la cintura. Con el tiempo verás que es igual de efectivo pero mucho más sencillo.

Nadar

Nadar, de manera continua, entre media hora y cuarenta y cinco minutos ayudará a trabajar todos los músculos de tu cuerpo, quemarás muchas calorías y además obtendrás una gran resistencia.

Existen diferentes estilos, el estilo libre, de espalda, de pecho o estilo mariposa, cada uno de ellos diferentes pero con todos muchos beneficios en común.

Estos ejercicios son solo algunos de los muchos ejercicios que puedes realizar debajo del agua y que aportarán todos los beneficios que mencionábamos anteriormente. Como conclusión, el ejercicio en el agua es divertido, en ocasiones más sencillo y sobre todo aporta un desgaste calórico importante y notable. Además de todo esto, con un bajo impacto para aquellas personas que sufran algún problema en sus articulaciones.

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